En la Academia creemos que es esencial que nuestros alumnos desarrollen capacidades mentales que les permitan tener recursos y ser flexibles para resolver situaciones complejas sorteando de forma eficiente los obstáculos e imprevistos que, en este caso, los videojuegos plantean a los jugadores constantemente.

Creatividad entendida como la capacidad de encontrar soluciones simples a problemas más o menos complejos, así es como la entendemos y aplicamos en la academia. Basándonos en esto, hemos implementado la gamificación, una metodología educativa a través de la cual enseñamos los aspectos del currículo educativo del Ministerio de Educación por medio del videojuego.
De esta forma los estudiantes, por ejemplo, resuelven problemas de tipo matemático o lógico que se dan dentro del juego de formas distintas.

Así incentivamos en ellos la generación de nuevas ideas para dar respuesta a contextos específicos, como es el caso de la elaboración de escenarios en Fortnite, donde tendrán que replicar o idear desde cero, mapas y desafíos, para practicar algo concreto como por ejemplo la edición de estructuras o el cálculo de los tipos de escudo que deben tener para sobrevivir frente a un rival con un arma determinada. De este modo los estudiantes llegan a desarrollar nuevos métodos, conceptos o estrategias propias y muy interesantes que luego ponen en común con el resto de sus amigos de clase. 

El pensamiento creativo es una de nuestras life skills ya que nos ayuda a motivar al alumno en su propio proceso de aprendizaje.